palabra eterna

"El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán". Mateo 24:35

Esta afirmación subraya la permanencia y autoridad de las palabras de Jesús frente a la transitoriedad del mundo. Mientras todo lo material es efímero, la verdad divina es eterna y no cambia con el tiempo. Nos invita a confiar en lo que es inmortal y verdadero, recordando que las promesas de Dios permanecen firmes más allá de cualquier circunstancia terrenal.