Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 2 Timoteo 1:6
¡Padre, que tu iglesia arda con el fuego del Espíritu Santo!
Que nos apasione más tu presencia, que el ministerio. Que nuestro enfoque seas tú y no tus bendiciones. Ayúdanos a quebrar nuestro corazón porque se ha endurecido. En el nombre de Jesús! 🔥🔥🔥