Mateo 6:21. "Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón."
Esta enseñanza nos invita a reflexionar sobre aquello en lo que depositamos nuestro valor y nuestras prioridades. Si nuestros "tesoros" son cosas materiales, fugaces o egoístas, nuestro corazón estará atado a lo superficial. Pero si nuestro tesoro está en Dios, en valores eternos como el amor, la justicia y la fe, entonces nuestro corazón estará alineado con lo que realmente importa. Es un llamado a examinar nuestras intenciones y a buscar un propósito más profundo y significativo en nuestra vida.