Juan 15:4 "Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí."
Este versículo nos recuerda la importancia de nuestra conexión con Cristo. Así como una rama no puede dar fruto si está separada de la vid, nuestras vidas espirituales carecen de propósito y fuerza sin una relación constante con Jesús. Permanecer en Él implica confiar, obedecer y depender de Su guía y amor. Es una invitación a una vida fructífera y plena, no por nuestros propios esfuerzos, sino por la gracia que fluye de nuestra unión con Él.