Isaías 35:4. "Decid a los de corazón apocado: Sed fuertes, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con venganza, con retribución de Dios; él vendrá y os salvará."
Este versículo es un llamado al ánimo y la esperanza. Nos recuerda que, en medio de la debilidad y el temor, Dios está presente como protector y salvador. Su promesa de justicia y redención nos asegura que no estamos solos, y que su intervención traerá paz y restauración a nuestras vidas. Es una invitación a confiar plenamente en su poder y amor.