Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. Marcos 11:24
La fe no es solo esperar que algo suceda, sino creer con certeza que Dios ya está obrando, incluso antes de ver el resultado. Jesús nos invita a orar con confianza, no como quien lanza una esperanza al viento, sino como hijos que saben que su Padre escucha y responde. Cuando oras creyendo, estás reconociendo el poder de Dios y Su fidelidad para cumplir Sus promesas. Así, la oración se transforma en un acto de confianza total, donde el corazón descansa en que lo que se ha pedido conforme a Su voluntad, ya es una realidad en el cielo.