bienaventurados

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Santiago 1:12

Las pruebas no son obstáculos sin sentido, sino caminos que fortalecen nuestra fe y nos acercan más a Dios. En medio de la tentación y la dificultad, Dios nos llama bienaventurados, porque sabe que quien persevera no lo hace solo, sino con Su ayuda. Cada batalla enfrentada con fe es una oportunidad para crecer y recibir la recompensa eterna: la corona de vida. No desmayes. Dios ve tu esfuerzo, sostiene tu alma y tiene una promesa eterna para los que le aman.