Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero." Gálatas 4:7
Este versículo nos recuerda nuestra verdadera identidad en Cristo. Ya no vivimos bajo la esclavitud del pecado ni bajo la condena de la ley. Ahora somos hijos de Dios, adoptados por gracia, amados y aceptados. Y como hijos, tenemos acceso a una herencia eterna: su presencia, su paz, y su promesa de vida abundante.
No camines más como esclavo del temor o la culpa. Camina con la seguridad de quien es amado por el Padre. Eres hijo. Eres heredero. Eres libre