Buscad al Señor y su poder; buscad su rostro continuamente. 1 Cronicas 16:11.
En medio de las luchas diarias, este versículo nos recuerda una verdad poderosa: no estamos solos. Dios nos invita a buscarlo, no solo cuando lo necesitamos, sino siempre. Su poder es nuestro refugio, y su presencia es nuestra paz. Cuando lo buscamos de corazón, Él se deja encontrar, y en Él hallamos la fuerza para seguir adelante. No importa cuán incierto sea el camino, si caminamos con Él, nunca nos faltará dirección ni consuelo.