nuestro deber

Santiago 4:17. Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado. 

Este versículo nos recuerda que el pecado no solo se comete con malas acciones, sino también con la omisión del bien. Saber lo que es correcto y decidir no hacerlo revela una falta de obediencia y sensibilidad al Espíritu de Dios.  El Señor no solo nos llama a evitar el mal, sino a ser instrumentos activos de Su voluntad.

Cada día es una oportunidad para hacer lo bueno,  servir, perdonar, hablar con amor, ayudar al necesitado. Cuando ignoramos esas oportunidades, estamos rechazando la guía de Dios. Que no seamos creyentes pasivos,  sino siervos diligentes que viven lo que saben.

Oración breve:

"Señor, ayúdame a hacer lo bueno cuando tenga la oportunidad. Que no calle cuando deba hablar, que no me detenga cuando deba actuar. Hazme sensible a Tu voz y obediente a Tu llamado. Amén."