en la orilla

Sus compañeros, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, también estaban asombrados. Jesús respondió a Simón: ¡No tengas miedo! ¡De ahora en adelante, pescarás personas!. Lucas 5:10 NTV

No hay nada más para hacer en la orilla. No hay forma de obtener resultados distintos haciendo lo mismo. No se puede disfrazar el ego ni maquillar la realidad. La incomodidad de sus palabras nos desafían, y un impulso primitivo nos empuja a dar el primer paso. No hay vuelta atrás, somos una generación con hambre por más. Nuestra única respuesta es la obediencia y un deseo incontenible por ver Su Gloria. El asombro es la puerta a la transformación, es el comienzo de una nueva etapa. Todo lo vivido nos trajo hasta la orilla oportuna donde la más grande cosecha de almas comienza!