1 Corintios 10:10 "Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor."
La crítica destructiva es como un ruido que apaga la gratitud y debilita la fe. El pueblo de Israel experimentó la fidelidad de Dios, pero su constante murmuración abrió la puerta al juicio. La murmuración no solo afecta al que la pronuncia, sino que contamina a los que la escuchan y entristece el corazón de Dios.
En lugar de criticar y quejarnos, somos llamados a edificar con palabras de gracia y a confiar en el Señor aun en medio de las dificultades. La gratitud silencia la murmuración, y la fe reemplaza la crítica con esperanza.
Oración:
Padre, guarda mis labios de la murmuración y mi corazón de la crítica. Enséñame a hablar palabras de vida, a ser agradecido en todo y a confiar en tus planes perfectos. Amén.
