no mas odio

1 Juan 3:15 "Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él."

El odio es un ruido interno que apaga la paz y endurece el corazón. La Palabra de Dios nos recuerda que no se trata solo de actos externos, sino también de lo que habita en nuestro interior. El rencor y la falta de perdón son semillas de muerte espiritual, porque nos apartan del amor de Cristo, que es vida y luz.

El llamado es claro: donde hay odio, debe entrar el amor; donde hay rencor, debe florecer el perdón. Solo así la vida eterna puede fluir en nosotros como un río de gracia.


Oración:

Señor, limpia mi corazón de todo odio y rencor. Enséñame a amar como Tú me amaste, a perdonar como Tú me perdonaste, y a vivir en la plenitud de Tu vida eterna. Amén.