la verdadera fortaleza

Salmos 84:5 “Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos.”

Reflexión: 

La verdadera fortaleza no proviene de lo que somos ni de lo que tenemos, sino de Dios mismo. Este pasaje nos recuerda que el gozo y la bendición pertenecen a quienes confían plenamente en el Señor y hacen de Sus caminos su dirección diaria. Cuando nuestro corazón se aferra a la senda de Dios, aun en medio de pruebas, hallamos fuerzas renovadas y esperanza viva.


Oración:

Señor, enséñame a depender de Tu fuerza y a caminar cada día en Tus caminos. Que mi corazón siempre encuentre en Ti la verdadera fortaleza. Amén.