auténticos

Gálatas 1:10. “¿Acaso busco ahora la aprobación de los hombres o la de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Si yo estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.”

Pablo nos invita aquí a examinar nuestras motivaciones. Su mensaje destaca la importancia de vivir para agradar a Dios, no a la gente. Cuando buscamos la aprobación de los demás, corremos el riesgo de desviar nuestro propósito y perder autenticidad en nuestra fe. Ser verdaderos siervos de Cristo implica fidelidad y valentía para anteponer la voluntad de Dios por encima de las opiniones humanas.