“Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz”.Efesios 4:3.
La unidad es un don del Espíritu que debemos proteger y nutrir. No es simplemente la ausencia de conflicto, sino un esfuerzo activo por vivir en armonía. Mantener la unidad requiere humildad, paciencia y amor. El vínculo de la paz nos invita a no solo evitar divisiones, sino a construir puentes, entendiendo que en la diversidad de dones y personalidades, somos parte de un solo cuerpo en Cristo, llamados a reflejar su amor al mundo.