Proverbios 12:1. El que ama la instrucción ama la sabiduría; mas el que aborrece la reprensión es ignorante.
Este versículo nos recuerda que la verdadera sabiduría nace de un corazón dispuesto a aprender y a ser corregido. Aceptar la instrucción y la reprensión no siempre es fácil, pero es el camino hacia el crecimiento y la madurez. Rechazar la corrección nos priva de la oportunidad de mejorar y nos encierra en la ignorancia. Abramos nuestro corazón a la enseñanza de Dios y a las palabras de aquellos que buscan guiarnos en Su verdad, porque en ello encontramos la senda de la vida.