garantia

Porque el Señor no abandonará a su pueblo, ni desamparará a su heredad. Salmos 94:14

Esta promesa nos recuerda que, aunque enfrentemos tiempos de dificultad o parezca que todo está en contra, Dios nunca nos abandona. Él permanece fiel a quienes le buscan y le pertenecen. Su amor constante es un refugio en la incertidumbre y una garantía de que nunca caminamos solos. Confiemos en Su cuidado, sabiendo que somos parte de Su herencia amada.