Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá mantenerse en pie Marcos 3:25.
La unidad es el fundamento de toda relación, familia y comunidad. Cuando permitimos que la discordia, el egoísmo o el orgullo dividan nuestras vidas, debilitamos todo lo que hemos construido. Pero cuando buscamos la paz, la reconciliación y el amor en Cristo, Él restaura lo que parecía perdido.
Que hoy podamos examinar nuestros corazones, sanar las divisiones y buscar siempre la unidad que solo Dios puede traer. Una casa unida en Él es inquebrantable.