lo eterno

2 Corintios 4:18 “no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

El apóstol Pablo nos recuerda que nuestra mirada debe estar puesta más allá de lo visible. Lo que hoy duele, pasa; lo que hoy brilla, se apaga. Pero lo eterno —la presencia de Dios, Su amor, y las promesas en Cristo— nunca se desvanecen. Cuando aprendemos a mirar con los ojos de la fe, encontramos esperanza incluso en medio de las pruebas, porque sabemos que lo eterno tiene más peso que lo momentáneo.

Oración: Señor, enséñame a mirar con tus ojos. Que mi fe no se detenga en lo visible, sino que se fortalezca en tus promesas eternas. Amén.