y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Juan 10:28
Jesús dijo: “Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”. Estas palabras expresan la seguridad eterna del creyente. En Cristo estamos protegidos, sostenidos y guardados por su poder.Nada ni nadie puede separarnos de su amor. Él es nuestro Pastor fiel que nos da una vida que no se extingue y una esperanza que nunca se desvanece.
Oración: Señor Jesús, gracias por darme vida eterna y por guardarme en tus manos. Ayúdame a vivir confiado en tu protección y en tu amor que nunca falla. Amén.
