gracia inmerecida

Romanos 3:24 "Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús."  

La justicia de Dios no se gana, se recibe. Este versículo nos recuerda que la salvación no depende de nuestros méritos, sino del amor inmerecido de Dios manifestado en Cristo. En la cruz, Jesús pagó el precio que nosotros no podíamos pagar, y por su gracia somos declarados justos delante del Padre. Cada día, vivimos bajo esa misma gracia que nos perdona, nos restaura y nos da una nueva oportunidad de caminar en libertad. 

Oración: Señor, gracias por tu gracia inmerecida. Ayúdame a recordar que mi justicia viene solo de Ti y a vivir cada día agradecido por la redención que tengo en Cristo Jesús. Amén.