verdaderos tesoros

Mateo 6:19 "No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan."

Jesús nos recuerda que las riquezas terrenales son pasajeras. Todo lo material puede perderse o destruirse, pero lo que hacemos para Dios permanece para siempre. Invertir en lo eterno —en amor, fe, obediencia y servicio— es construir un tesoro incorruptible en el cielo. Nuestro corazón siempre seguirá aquello que más valoramos; por eso, debemos asegurarnos de que nuestro mayor tesoro sea Cristo.

Oración:Señor, enséñame a valorar lo que tiene valor eterno. Que mi corazón no se aferre a lo temporal, sino que busque agradarte a Ti y acumular tesoros en el cielo. Amén.