La paz no es ausencia de problemas, sino la seguridad de que Dios sostiene nuestra vida. Cuando nuestra mente se fija en Él, Su paz nos cubre, aun en medio de la tormenta. Confiar en Dios no significa que todo será fácil, pero sí que Su paz será más grande que cualquier temor.
Hoy, decide fijar tu pensamiento en Dios y deja que Su paz llene tu corazón.