En un mundo donde la injusticia y la maldad parecen prevalecer, Dios nos llama a una respuesta diferente. No se trata de ignorar el mal ni de ser débiles, sino de vencerlo con el poder del bien.El amor, el perdón y la verdad son armas espirituales más fuertes que la venganza o el odio. Cuando elegimos responder con bondad, reflejamos el carácter de Cristo y rompemos el ciclo de oscuridad. En cada decisión, tenemos la oportunidad de ser luz