Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Hechos 16:31.
Este versículo destaca la simplicidad y el poder de la fe en Jesús. No se requiere un proceso complicado ni actos extraordinarios; solo la fe sincera es suficiente para recibir la salvación. Además, sugiere que la fe de uno puede tener un impacto transformador en su entorno, extendiéndose a la familia y a los seres queridos. Es una invitación a confiar plenamente en Cristo, con la promesa de salvación y la esperanza de ver a nuestros seres queridos también alcanzar esa gracia.